Prólogo de Planificación turística autonómica

1. A partir de la década de los años noventa del siglo pasado se asiste a la proclamación y difusión de declaraciones internacionales y europeas sobre el «Turismo sostenible» (en especial merece recordarse la llamada CARTA DEL TURISMO SOSTENIBLE de 1995, aprobada precisamente en LANZAROTE, con ocasión de la Conferencia Mundial de Turismo). En esencia bajo el concepto de «turismo sostenible» se pretende superar la visión tradicional del turismo como mera industria ordenada vectorialmente en torno a las empresas, actividades y servicios turísticos en aras a una concepción del mismo que otorgue un protagonismo especial al marco, escenario o el lugar donde se desarrollan las actividades turísticas especialmente en su consideración, social, territorial, urbanística y medioambiental. Esta nueva valoración del fenómeno turístico presupone el abandono de políticas sectoriales y su inserción en una visión integral cuyo marco de referencia operativo sea fundamentalmente la planificación territorial y ambiental. La idea de planificación que inicialmente se había rechazado para el turismo —especialmente para el llamado turismo de masas— por considerarse incompatible con una actividad que autogeneraba su oferta, se abraza ahora como única salida para la reconstrucción del sector y de sus posibilidades de futuro, si bien es cierto que ello se produce en muchos casos en un marco de saturación de alojamientos turísticos; degradación ambiental, especialmente de los espacios costeros y de los paisajes. Por otra parte, el concepto de planificación especialmente en el orden territorial y ambiental también aparece depurado de viejos estigmas y preocupado por una serie de estándares y metodologías de nuevo cuño en torno a las ideas de calidad y sostenibilidad.