Capítulo publicado en: La discriminación hacia la mujer por razón de género en el Código penal

Víctima del delito y consecuencias jurídicas del delito para el agresor

María Acale Sánchez

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Desde que en 1989 se introdujo en el viejo Código penal el delito de mal trato físico habitual en el ámbito familiar, hasta el día de hoy, en el que al margen de la protección que se le ofrece al ámbito familiar, existen tipos penales específicos de lesiones agravadas, mal trato, amenazas y coacciones en razón del sexo de los sujetos implicados y de la relación existente entre ellos, ha cambiado considerablemente la respuesta punitiva. Dos han sido las claves de este continuo proceso reformador: la primera, la necesidad de perfeccionar la delimitación del bien jurídico protegido, lo que ha llevado —por ejemplo— a ampliar la conducta típica, el elenco de sujetos protegidos o la forma de resolver el concurso con otras infracciones (así como la identificación de otros nuevos) que ha sido objeto de estudio a lo largo de las páginas anteriores; y la segunda, la búsqueda de la sanción penal idónea a este complejo fenómeno delictivo, de manera que la víctima no viera menoscabados sus propios intereses mediante la pena impuesta al autor del delito. En este sentido considera ASÚA BATARRITA que en la actualidad la intervención penal española en materia de violencia de género se caracteriza por ser «un modelo mixto, punitivo-victimológico, que combina las lógicas de la prevención penal y la lógica de atención a la víctima de sus necesidades de seguridad, de recuperación personal y de garantía de condiciones de autonomía.